martes, 20 de enero de 2015

Hermandad de las Siete Palabras; Entrevista a la Familia Ariza........

entrevista-familia-arizaNos reunimos con los hermanos Ariza, es un frío jueves de enero, y quedamos con Rafael, Ramón y Pedro ante el altar de Nuestro Padre Jesús de la Divina Misericordia, tras un rato charlando nos cuentan que ven a la Hermandad de las Siete Palabras como a una hermandad de futuro, con gran proyección y crecimiento en los últimos años, y que está sabiendo hacer las cosas bien, ilusionados con entrar dentro de la corporación y con ganas de formar parte de la misma. Nos trasladamos a nuestra Casa Hermandad para entrevistarlos, Rafael es el que toma la palabra en la mayoría de las ocasiones, pero Ramón y Pedro participan y complementan sus intervenciones, completando esta entrevista.

¿Cómo se inicia su familia en el mundo del martillo?

Somos una familia de dinastía, empezó mi bisabuelo Rafael Ariza Aguirre a finales del siglo XIX, él ya iba de costalero con Rafael Franco Luque, el primero otra de las grandes dinastías de capataces de Sevilla, que son los Franco, nuestro bisabuelo empezó con él de costalero, posteriormente se fue ganando su confianza y a partir de su gran amistad pasó a ser su contraguía, auxiliar y ayudante. Entonces, ya en 1910 firma mi bisabuelo Rafael su primera cofradía en solitario, la Hermandad de los Panaderos, y a raíz de ello comienza a coger cofradías como Santa Cruz, el Valle, Cachorro, las Cigarreras…, aunque independientemente de que él forma ya su cuadrilla, la vinculación con Rafael sigue siendo tan estrecha que incluso los días que él descansa porque no tiene cofradías sigue ayudando a Rafael Franco, la amistad de los Franco y los Ariza sigue hasta el día de hoy, creo que somos las dos familias más longevas y que en más cofradías hemos estado al frente de sus martillos en Sevilla.

Eso se lo transmitió nuestro bisabuelo a su hijo, a José Ariza, que fue el continuador de nuestro saga, que es mi abuelo, que ya desde pequeño fue saliendo con su padre y con Rafael de manera que fue aprendiendo hasta que ya prácticamente se hizo con cierto liderazgo. Quizá también lo que provocó la separación entre Rafael Franco y mi bisabuelo fuera eso, la juventud de mi abuelo y su empuje, que ya él quería sacar pasos como capataz. En los años 40 prácticamente entre los Ariza y los Franco se reparten las cofradías más importantes de Sevilla, y ya en los 50 y 60 irrumpen otra serie de capataces importantes.

Nuestra transmisión sigue siendo dinástica, de padres a hijo, llevamos 106 años sacando cofradías a la calle, hasta el día de hoy, mi abuelo José le inculca los conocimientos y sus creencias a mi tío y a mi padre, igual que ellos han hecho con nosotros, y nosotros hacemos con nuestros hijos, con la intención de que haya una quinta generación. Ya con nosotros, si Dios quiere, vendrá a la hermandad mi sobrino Javier, el hijo de mi hermana y mi ahijado, que se convertirá en el primero de esa quinta generación. Luego, tenemos la suerte de que todos tenemos hijos varones, y que a todos les gusta, entonces esperemos que dicha generación pueda desarrollarse.
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Son muchos los pasos que ha sacado su familia a lo largo de su historia, ¿cuáles recuerdan con especial cariño?

Mi padre muchas veces cuando le preguntaban “¿cuántas cofradías has sacado?” respondía “es más fácil decir las que no he sacado que las que sí”, afortunadamente, en estos ciento y pico de años mandando pasos hemos llevado muchas cofradías en Sevilla, también nos ha pasado que nos hemos vinculado durante muchos años a algunas hermandades, lo que hace que tengamos un cariño especial hacia esas hermandades, porque somos una familia que nos hemos involucrado siempre en las hermandades de Sevilla. No nos consideramos solamente capataces, somos cofrades, somos gente de hermandad, hemos pertenecido a juntas de gobierno. Ello nos ha vinculado a hermandades como el Baratillo, Santa Cruz, la Hiniesta, y por supuesto a la Hermandad de la O, que es la hermandad en la que todos nos hemos criado y hemos aprendido los valores cristianos y cofrades. En la Soledad de San Lorenzo hacemos cincuenta años sacándola ininterrumpidamente. En el Gran Poder nos llevamos 30 años, en la Esperanza de Triana 42 años, en la Macarena también nos llevamos muchísimos años, en definitiva, son muchas las hermandades a las que tenemos una especial vinculación y eso se plasma en el cariño y la devoción que le tenemos a ellas y sus titulares.

En el más de un siglo que lleva la Familia Ariza mandando pasos, ¿es la primera vez que tocarán un martillo de la Hermandad de las Siete Palabras?

Precisamente hace poco lo hemos estado comentando, que nosotros sepamos sí es la primera vez, aunque muchas veces sabéis que este tipo de cosas se saben por transmisión oral, aunque tenemos muchos datos y documentos, nosotros guardamos todos los contratos desde la época de nuestro bisabuelo, y hemos estado mirando y no hemos visto nada, además, en casa siempre he escuchado que no, que nunca habíamos sacado a las Siete Palabras, seguramente por la vinculación que hemos tenido con otras hermandades del Miércoles Santo como el Baratillo, la Lanzada o el Buen Fin. Con lo que nunca podíamos sacar las Siete Palabras, a pesar de que mi padre ha tenido siempre buenos amigos en la hermandad y mucha relación con gente querida en la corporación. Por ello este año la alegría fue doble, primero por la ilusión de sacar vuestro magnífico nazareno, pero también por no haber mandado nunca pasos en esta hermandad.

¿Cómo se toman la designación como capataces del paso de Nuestro Padre Jesús de la Divina Misericordia?

Con mucha alegría, como te acabo de decir una alegría doble, porque es una satisfacción poder entrar en la hermandad ya que como hemos dicho nunca la habíamos sacado a la calle, y segundo porque es un Nazareno de mucha devoción y que a mi siempre me ha encantado ver en la calle. Y también porque siempre nos gustado afrontar nuevos retos, para nosotros es una experiencia nueva y muy ilusionante, además para aportar lo que nosotros pensamos que puede ser más beneficioso para el paso en la calle y para la archicofradía.

¿Qué pasos sacarán en la próxima Semana Santa?

El Domingo de Ramos la Hiniesta, el Miércoles Santo el paso de Nuestro Padre Jesús de la Divina Misericordia y a la Hermandad del Buen Fin, el viernes La O, y el sábado la Soledad de San Lorenzo.

Ha habido cierta polémica porque en el mismo día sacarán también los pasos de la vecina cofradía del Buen Fin, ¿cómo van a poder compaginar ambas hermandades?

Nosotros lo estamos haciendo con muchísimo respeto, yo en un primer momento hablé con Antonio Sánchez, nuestro hermano mayor, porque para nosotros fue una alegría importante el hacernos responsable de vuestro magnífico Nazareno, pero lo que ocurre es que nosotros somos tres capataces, aquí no estamos hablando de una capataz con dos o tres ayudantes, nosotros tenemos la suerte de que somos capataces jóvenes pero que el que menos lleva treinta años sacando cofradías, entonces tenemos ya experiencia suficiente para poder sacar a la calle con la máxima tranquilidad los tres pasos. Desde la responsabilidad que supone, obviamente, pero con la tranquilidad de que lo vamos a poder a hacer sin ningún tipo de problemas.

Como decía, yo ya hablé en su día con Antonio en ese sentido, de que por supuesto nos habíamos comprometido con las Siete Palabras, y no nos esperábamos lo del Buen Fin, cuando nos llaman para ofrecernos sus pasos, una hermandad a la que le tenemos muchísimo cariño y por las circunstancias en las que se han visto involucrado, entendí también que debíamos también intentar sacar las dos cofradías.

Nuestro compromiso es que en los entrenamientos de ambas hermandades vamos a estar siempre los tres presentes, con nuestro equipo de ayudantes y contraguías que llevan muchísimos años con nosotros y que nos consideramos familia, para mejorar la manera de trabajar, ya que es lo más importante, luego, la cofradía en la calle es un reflejo de lo que se ha hecho en los entrenamientos. Y ya de lo que se trata es de organizarnos nosotros de manera interna para sacar los tres pasos, nos dividiremos de la mejor manera posible, siempre habrá uno de nosotros delante de los pasos, somos tres, con lo que no tenemos necesidad de que haya un segundo que nos cubra o nos tenga respaldar delante del paso.

En definitiva somos tres Ariza que nos vamos a hacer cargo de tres pasos, va a ser igual de responsable el que se ponga delante de un paso que de otro, porque va a seguir siendo el apellido, el sello, de los Ariza el que mande el paso. Luego el tema de que esté uno u otro es algo secundario, independientemente de que esté, Pedro, Ramón o Rafael, ya que la forma de mandar de nosotros tres es la misma y la escuela de los tres también lo es. Es curioso como a veces la gente nos confunde al mandar desde debajo de los pasos y no sabe quien es el que va delante, porque nuestra tono de voz es parecido y la forma de mandar es la misma.

¿Veremos un cambio en la manera de andar del primero de nuestros pasos el próximo Miércoles Santo?

La gente que nos conoce ya, por inercia, sabrá que intentaremos darle una manera de andar al paso un poquito más larga, más reposado, en la línea de como nos gustan a nosotros los pasos. Porque entendemos que es el andar que mejor le va a un nazareno. Controlando siempre que no influya en el discurrir de la cofradía, de manera que ninguno de los pasos se descuelgue, pero desde nuestro primer entrenamiento tenemos la intención de empezar a trabajar para que se abra un poco la zancada del Señor, de manera muy reposada, un poquito recargado en el izquierdo, con la idea de que se vea esa zancada que se ve en la talla.
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El hecho no llevar banda de música tras el paso es un hándicap o es preferible para el trabajo de capataces y costaleros. ¿Qué diferencias encuentran?

Desde luego cada paso tiene su impronta, unos con música y otros sin música. Lo primero y fundamental que tiene que saber una cuadrilla es andar, una vez que el paso anda bien, lo sabe hacer con o sin música.

Para el costalero, en teoría, debe ser más fácil andar sin música, porque no está supeditado a ella. Pero nosotros sacamos pasos en silencio que si les pusiéramos música detrás el andar se cogería rápidamente con el bombo, porque la forma de andar, el acentuar el pie izquierdo, al final es como marcar el bombo sin llevarlo. Por ello, muchas veces es más fácil aprender a andar, que es lo importante, y luego con la música detrás el paso anda igual.

Aunque, a mí (Rafael) particularmente, me encantan los pasos sin música, yo veo un paso de peso andando sin música y eso ya tiene un empaque suficiente para que con la forma de andar se le de al paso la solemnidad que debe de tener.

El pasado mes han realizado la igualá para el paso ¿Cómo afrontan la inminente Cuaresma?

En primer lugar con muchísimas ganas, sobre todo con los nuevos retos que tenemos este año con dos cofradías nuevas, con muchas ganas de que las cosas salgan bien.

La palabra sobre todo es ilusión, todas las cuaresmas tiene momentos nuevos, si ya de por sí todas lo tienen, este año con más motivos.

Y estamos ya preparándolo todo, porque nosotros para ello somos muy planificadores, tenemos la idea de como van a ir los entrenamientos, como van a ir todas las cosas, dejando lo mínimo a la improvisación y lo máximo controlado.

¿Qué cualidades buscan en un costalero?

Ganas y compromiso. Que tenga ganas de trabajar y compromiso. Hay que comprometerse con la cuadrilla y la hermandad, en definitiva con el trabajo que va a realizar. Ser costalero no es solamente ponerse un costal, tiene que ponérselo, trabajar bien y con ganas, echar el resto, habrá momentos que se va mejor y otros en los que se va peor, tiene unos ensayos a los que debe asistir, tiene un horario que cumplir, y que esté siempre a la disposición de la hermandad y a las órdenes del capataz.

El costalero lo primero que tiene que tener es humildad, humildad para llegar al sitio y pedir trabajo como se ha pedido siempre, con respeto. Y luego sobre todo tener ganas e interés en hacer las cosas bien. Luego ya si sabe más o sabe menos importa menos, para eso están los capataces que estamos preparados para poderlos enseñar, lo que es nuestra obligación y responsabilidad. Además, hoy en día es obligación del capataz el inculcarles que meterse debajo de un paso no es solo coger kilos y tirar para arriba, si no que estamos procesionando y haciendo estación de penitencia con una imagen, imagen que tiene una devoción en la hermandad, lo que supone una gran responsabilidad e implica una gran seriedad.

¿Han salido ustedes de costaleros? ¿Les sirvió para mejorar como capataces?

Los tres afirman rápida y orgullosamente, toma la palabra Pedro y nos dice “Sí, hemos salido. Pero pensamos que es algo muy particular de cada persona, Rafael Franco no se metió en la vida debajo de un paso, nuestro bisabuelo en cambio sí, pero nuestro abuelo tampoco, y han sido de los mejores capataces que han pasado por la Semana Santa de Sevilla. Luego, a nivel particular, cuanto más se forme uno más conocimientos tendrá, por lo que no está de más. Se gana respeto, humildad, el no fallarle a tus compañeros por muy mal que se pase, trato con el costalero, yo particularmente no me arrepiento de haberme metido debajo del paso nunca. Tal vez no sea necesario, pero te ayuda y te forma.”

A continuación nos dice Rafael: “Yo siempre lo he tenido como un complemento más, depende de como uno aprenda a ser capataz, he tenido la suerte de aprender con mi padre y con mi tío, que son los dos mejores maestros que he podido tener, yendo mandando los pasos con ellos, he tenido la suerte de ver grandes costaleros, de los que he aprendido, he visto como trabajaban, mi padre siempre me ha inculcado el respeto al costalero, medir las chicotás, cuidar al máximo el costalero, entonces son conocimientos que uno ya va aprendiendo, por lo que no es necesario meterse debajo para aprenderlos. Ahora bien, como experiencia vital, obviamente, es positiva, cuando me metí debajo de un paso aprendí ciertas cosas que, aunque ya las supiera porque las había visto, las sufrí en mis propias carnes, con lo que me ha dado unos conocimientos más amplios, y, sobre todo, experiencia. Desde que tengo 14 años mi padre ya me metía debajo de los pasos, y es algo que más que enseñarme me ha reforzado los conocimientos que yo tenía ya adquiridos y me los ha dejado marcado porque los he sufrido ya yo en mis propias carnes, y luego además nos da una visión del mundo de bajo, ver como trabaja la gente, lo que nos da mucha más confianza a la hora de tener que enseñarle a una persona nueva como tiene que realizar ese trabajo, porque si además de ver a los mejores haciendo esos trabajos tú ya lo has hecho es más fácil explicárselo a esa persona.”

Un Nazareno.

El Nazareno de la O de nuestra hermandad, un nazareno que llevamos sacando desde el año 1934, lo que ha supuesto una gran vinculación con la corporación. Nosotros hemos sido miembros de junta de la cofradía durante varios años.

Un Cristo.

Cristo de las Misericordias de Santa Cruz.

Una Virgen.

Nuestra Señora de la O.

Un paso de Cristo.

Santa Marta.

Una marcha de cristo.

Cruz de Carey, Cristo de San Julián.

Una marcha de palio.

Cualquiera clásica, Virgen del Valle, Soleá dame la mano, Ione…

Una calle para ver cofradías.

Cada cofradía tiene su momento y su sitio, aunque cualquier calle, si vas con los ojos despiertos y atento, con el corazón puesto en lo que vas a ver, es buena.

Una calle para mandar pasos.

La más complicada. Nosotros disfrutamos como capataz en los sitios complicados, en los sitios fáciles, cualquiera se pone delante de un paso. Por ejemplo, la vuelta de la Hiniesta por los callejones de San Julián, disfrutábamos con la O por la calle Troya, salidas y entradas complicadas… ahí es donde el capataz de verdad tiene que sacar sus recursos y conocimientos, exigirles a los costaleros al máximo a la vez que cuidarlos. El que le diga lo contrario no es capataz.





Entrevista y fotografías: Práxedes Sánchez M. 



Fuente web www-siete-palabras.com
Publicado 20/01/2.015

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